Cada año, cuando llega el frío al valle Ziller en Austria y las primeras nieves cubren los agrestes picos de los Alpes, Gerald y su hijo Hans-Jörg preparan para el invierno su cabaña en el Stackerlalm. Después bajan su ganado desde el monte Alm, situado a 1850 m de altitud, hasta el valle. Pero, tan pronto como la nieve vuelve a derritirse, regresan a la montaña, “Ese es nuestro trabajo, explica Gerald Hotter, es lo que hacemos todos los años.