NOTAS DE PRENSA   14 DE SEPTIEMBRE 2022

II Día de la Sostenibilidad de John Deere

Gestionar de forma más productiva y sostenible con menos insumos

II Día de la Sostenibilidad de John Deere

 

La crisis de Ucrania ha demostrado lo importante que es una producción de alimentos estable con precios razonables. La agricultura se enfrenta al reto de producir más debido a la creciente población mundial y al mismo tiempo hacer frente a las consecuencias del cambio climático. En el II Día de la Sostenibilidad de John Deere, la multinacional ha demostrado por primera vez,en directo y sobre el terreno, cómo se puede aumentar la producción con tecnologías modernas y soluciones innovadoras, al mismo tiempo que la digitalización permite desarrollar su actividad de manera sostenible y conservando los recursos.

La John Deere Leap Ambition ha sido una base importante en la celebración de este II Día de la Sostenibilidad de la empresa. A través de esta hoja de ruta, se establecen objetivos claros y se ofrece a los agricultores tecnologías y soluciones que proporcionan 
beneficios tanto económicos como en materia de sostenibilidad. Al mismo tiempo, John Deere ayuda a los agricultores a cumplir las exigencias políticas del Green Deal. De este modo, para demostrar su potencial, la compañía se ha centrado en los diferentes sistemas de producción y ha hecho uso de cultivos de trigo y de maíz para demostrar sobre el terreno cómo se puede ahorrar en fertilizantes, pesticidas y CO2 en cada paso del proceso productivo; desde la siembra hasta la fertilización, incluyendo la protección de los cultivos y la cosecha.

1. Cosecha y planificación


Con la vista puesta en que el final de cada cosecha supone el comienzo de una nueva, el resultado de cada cosecha debe analizarse con precisión para sacar conclusiones para posteriores cultivos. Con la introducción del sensor de infrarrojos cercanos
HarvestLab 3000 NIR en la cosechadora, John Deere ofrece ahora un análisis de la calidad del cultivo y del contenido de nutrientes en cultivos trillados. Al determinar la humedad, el almidón, las proteínas y el contenido de aceite, el agricultor se beneficia de una mejor comercialización de la cosecha al poder separar las diferentes tandas.


La medición permanente también revela la variabilidad de las hileras. Estos valores pueden registrarse en el Operations Center de John Deere y, en base a ellos, el agricultor puede determinar la eliminación de nutrientes para un determinado lugar, así como determinar la fertilización de cultivos posteriores. De este modo, los profesionales del campo pueden pasar del principio de la regadera a una fertilización que aproveche el potencial de las diferentes subparcelas "fértiles". No se trata sólo de obtener el máximo rendimiento, sino también de emplear los ingredientes concretos que determinan la calidad. En el caso del trigo, por ejemplo, se trata del contenido en proteínas. Por su parte, en la colza se trata del contenido en aceite. Así, tanto los agricultores como el medio ambiente se benefician de la tecnología NIR mediante el ajuste de la cantidad de fertilizante, lo que asegura el rendimiento y aumenta la calidad del producto.


2. Fertilización y siembra


Debido al alza de los precios de los fertilizantes minerales, la fertilización con estiércol líquido está viviendo su renacimiento. Ahora es importante aplicar el estiércol de forma todavía más precisa y con menores pérdidas, lo que permite ahorrar en el gasto en fertilizantes minerales. En ello, saber cuándo es el momento adecuado y realizar una aplicación óptima de los nutrientes orgánicos son los dos factores más importantes.Un método especialmente eficaz y con bajas emisiones es la aplicación de la labranza de arrastre al maíz. Inmediatamente antes de la siembra, los purines se aplican en bandas de unos 10 a 12 cm de profundidad en el suelo. La aplicación puede realizarse directamente en terreno no trabajado -por ejemplo, después del ensilado de la cosecha entera-. Con ello, el agricultor evita tener que realizar una pasada adicional, lo que se traduce en una forma de ahorrar gasóleo y, por tanto, reducir las emisiones de CO2.


Es entonces cuando se siembra el maíz, para lo que se emplea una sembradora de precisión que coloca los granos de forma precisa en las bandas de purines. Esta colocación se realiza a unos 7 cm por encima del purín para evitar posibles daños. La colocación por encima de la zona saturada de nutrientes del suelo garantiza una mayor disponibilidad de nutrientes y una reducción de su pérdida por lixiviación o emisiones.


Además, la colocación precisa es un requisito previo para el sistema AutoPath de John Deere, que registra la posición de las cintas de purines durante la aplicación de los mismos y la almacena posteriormente en el Operations Center. Durante la siembra posterior, los datos del GPS se utilizan para controlar la sembradora. De este modo, incluso en el caso de las hileras y las curvas irregulares, las semillas se colocan siempre exactamente por encima de la cinta de estiércol.


Sumado a una aplicación óptima, el análisis preciso del contenido de los purines es un requisito básico para una correcta fertilización. Aquí entra en juego una vez más el sensor HarvestLab 3000, ya que no solo puede utilizarse en la cosechadora (véase más arriba), sino también en la picadora de forraje, así como en el dispositivo de sobremesa para el análisis del forraje y en la aplicación de los purines. La medición por infrarrojos cercanos registra siempre la cantidad actual de nitrógeno, fósforo y potasio que se está aplicando con el purín, aunque los valores fluctúen mucho. Controlado por una medición permanente y a partir de un mapa de aplicación creado con anterioridad, el tractor con la cisterna de purines varía automáticamente la tasa de aplicación y distribuye la cantidad deseada de nutrientes de forma específica encada lugar.


A pesar de esta optimización en la fertilización con purines, la mayoría de las explotaciones no pueden prescindir completamente de la fertilización mineral adicional. Esto ocurre en muchas explotaciones ganaderas, y especialmente en las explotaciones agrícolas, incluso cuando adquieren estiércol procedente de regiones con un altonúmero de reses de ganado. Sin embargo, los datos exactos de nutrientes de la fertilización con estiércol pueden utilizarse para determinar la necesidad adicional de fertilizantes minerales de una manera más óptima. Es decir, el análisis de cultivo puede apoyar al agricultor en la fertilización mineral. Para ello pueden emplearse imágenes de satélite o de drones o los N-sensor. Gracias a la cooperación de John Deere con muchos proveedores en esta materia, los datos y los mapas de aplicación resultantes 
pueden importarse al Operations Center de la multinacional y utilizarse más tarde para aplicar el fertilizante mineral. De este modo también se consigue una correcta fertilización, lo que reduce considerablemente el esfuerzo hasta ahora necesario.

3. Protección mecánica y química de las plantas


El siguiente paso en el sistema de producción es la protección de los cultivos. En ello, evitar los solapamientos y la sobredosificación es básico para conseguir una mayor precisión. En un plano técnico, estos problemas se podrían resolver con un seguimiento preciso controlado por GPS (AutoTrac), el uso de los cierres inteligentes de las secciones de la barra (SectionControl) y el control de una sola boquilla (ExactApply).Al mismo tiempo, como ocurre con la fertilización, existe una tendencia a dejar de lado los tratamientos a gran escala de talla única. En su lugar, cada vez se atiende más a buscar la precisión en subáreas o en plantas concretas. En la aplicación específica por subparcelas, el campo se divide en zonas que deben tratarse de forma diferente. Las imágenes proporcionadas por un dron o vía satélite pueden emplearse en este proceso para determinar la densidad de la masa y, por tanto, la presión de una enfermedad. A partir de esto, se pueden derivar las medidas de fungicidas necesarias. De este modo, basándose en mapas de aplicación, sólo se pulverizan aquellas subzonas en las que es realmente necesario. Como resultado, se puede obtener un ahorro considerable, lo que varía en función del número de plantas.


La digitalización también ofrece la oportunidad de que los métodos mecánicos se empleen con mayor precisión y, por tanto, cobren una mayor importancia. En el II Día de la Sostenibilidad de John Deere, también se mostró una máquina azada que,mediante el uso de AutoPath, se colocaba acorde a las hileras de cultivo previamente trazadas y registradas por la sembradora. El control GPS es tan preciso que la azada puede conducirse incluso a 16 km/h. Así, en condiciones favorables y secas, el control mecánico de las malas hierbas vuelve a ser una alternativa a la protección química de los cultivos o un complemento útil.


4. Electrificación y combustibles alternativos


Un componente clave de la Leap Ambition es la reducción de las emisiones de CO2. Para ello, John Deere trabaja centrada en tres cuestiones:


• Reducir la huella de CO2 en su propia producción.
• Buscar tecnologías y soluciones que ayuden a los agricultores a reducir sus 
emisiones de CO2 en sus procesos productivos.
• Reducir las emisiones de CO2 de la maquinaria John Deere.


A diferencia de la industria automovilística, la electrificación de la maquinaria agrícola sólo es posible en la actualidad de forma limitada. La alimentación por batería eléctrica para tractores medianos y grandes no es viable a día de hoy porque la densidad de potencia de las baterías es demasiado baja. Sin embargo, en el segmento de maquinaria con menos de 100CV, John Deere persigue la electrificación de todos sus productos. Para 2026, la empresa lanzará una alternativa de propulsión eléctrica en cada familia de productos de tractores de mantenimiento de césped y terrenos y en vehículos utilitarios compactos. Del mismo modo, está previsto el lanzamiento del primer tractor eléctrico alimentado por batería, de menos de 100CV y totalmente autónomo para el sector agrícola en 2026.


Un paso importante hacia la electrificación parcial es el tractor 8R 410 eAutoPowrTM. Durante el II Día de la Sostenibilidad de John Deere, este modelo se ligó a una cisterna de purines Joskin para presentar la primera transmisión variable continua con división de potencia electromecánica. Las principales ventajas de esta innovación son que ofrece un desgaste del suelo extremadamente bajo y una gran durabilidad. Además, el motor eléctrico está dimensionado de forma que no sólo suministra a la propulsión del tractor, sino que también proporciona hasta 100 kW de potencia eléctrica adicional para consumos externos. Esto supone un paso importante en la electrificación de una amplia gama de productos. Gracias a una mayor capacidad de control, los motoreseléctricos se harán cada vez más populares en el camino hacia una mayor precisión.Un ejemplo es el de la sembradora neumática de precisión ValoTerra de Monosem, que también se presentó durante el evento.


Hasta que se disponga de motores eléctricos con batería viables en las clases de potencia superiores, la agricultura tendrá que buscar otras alternativas para lograr el ahorro de CO2 necesario. Una solución que puede aplicarse a corto plazo es el uso de combustibles alternativos. El tractor MultiFuel expuesto en II Día de la Sostenibilidad de John Deere puede funcionar no sólo con gasóleo, sino también con biodiésel, aceite de colza y otros aceites vegetales no esterificados y mezclas. Además de minimizar las emisiones de CO2, reduce considerablemente la dependencia de combustibles fósiles. De este modo, los agricultores podrían autoabastecerse y contribuir significativamente a reducir su impacto en el medio ambiente.


II Día de la Sostenibilidad de John Deere


En el transcurso de esta jornada, John Deere presentó esta amplia gama de soluciones innovadoras que pueden ayudar a la agricultura a alcanzar sus objetivos climáticos. Hasta que la neutralidad climática completa sea posible, la digitalización puede ayudar a reducir la cantidad de fertilizantes, pesticidas y combustible necesarios a la vez que se producen rendimientos idénticos e incluso superiores con un menor esfuerzo. En definitiva, una importante contribución a la protección del medio ambiente y a la seguridad alimentaria.