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Ver 100 años del tractor John Deere

Nuestro legado

Descubra los hitos que nos formaron.

  • El origen del arado

    Cuando en la década de 1830 estalló la burbuja económica estadounidense, John Deere se dirigió al oeste, seguido por su esposa y cinco hijos. Deere era un herrero ya consolidado en Vermont, pero tendría que empezar de cero en su nuevo hogar de Illinois. Esperando la oportunidad que llega con el trabajo y el esfuerzo, comenzó a viajar hacia el oeste sobre un terreno que pronto él mismo cambiaría para siempre.

    Un histórico anuncio de concesionario de 1855: "Fabricante John Deere, mayorista y minorista de arados y aperos agrícolas. Moline, Rock Island Co. Illinois"
  • Solución para la tierra

    No le llevó mucho tiempo a Deere montar su herrería en Grand Detour, Illinois. Pronto se dio cuenta de que la dedicación al trabajo de los agricultores de su comunidad no era el único factor que determinaba los buenos o malos resultados que se obtenían en esos campos. Las familias que se asentaron en la zona tenían problemas con el suelo pegajoso de la zona, un desafío inesperado comparado con el suelo arenoso de su tierra natal. Su arado de hierro fundido de probada eficacia tenía que ser raspado y atendido cada pocos metros al trabajar la tierra del corazón de Estados Unidos.

    Ilustración que muestra a un granjero raspando la tierra de su arado de acero
  • El herrero que aprovechó la oportunidad

    Convencido de que un material y una forma diferentes resolverían el problema, Deere encontró una hoja de sierra de acero rota y comenzó a labrar la historia. La basura de un hombre se convirtió en la innovación revolucionaria de Deere. Remodeló la hoja, prestando gran atención a las curvaturas exactas de la herramienta. En la tierra, fue un éxito sin precedentes. Para la comunidad a la que servía, nada volvió a ser igual.

    Pintura de Walter Haskell Hinton que muestra a John Deere trabajando en su herrería
  • De la tierra, crecemos

    Deere usó el impulso de esta innovación única para construir un negocio y seguir mejorando el producto. Gracias a la investigación, los comentarios de los clientes y el trabajo duro a lo largo del tiempo, el negocio John Deere estaba en auge para 1849, produciendo 2000 arados al año. Nunca satisfecho con lo que ya era bueno, Deere continuó ampliando su producción. Ahora, casi dos siglos después, la empresa que creció a partir de una simple hoja de sierra rota es una fuerza impulsora en el mundo, con soluciones que van desde botas hasta más allá de la tecnología.

    Fotografía de 1882 de tres hombres parados junto al vagón del tren de Deere & Co. cargado con arados de acero listos para ser despachados; se ven también unos empleados de la fábrica mirando por la ventana del edificio de atrás