NOTAS DE PRENSA   29 DE JUNIO 2022

El viaje hacia la digitalización del agricultor: 5 paradas imprescindibles

El viaje hacia la digitalización del agricultor: 5 paradas imprescindibles

Cuando hablamos del futuro, la actividad agropecuaria está cada vez más presente en la conversación. Nuevos hábitos de alimentación y una relación más comprometida con el medio ambiente son solo algunos de los retos a los que se enfrenta el sector primario.

El más inmediato es asegurar el suministro de alimentos a una población que no deja de crecer. Según las estimaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), en el 2050 la población mundial superará los 9.000 millones de personas.

Para ello, el sector agrícola deberá hacer frente a una demanda que se incrementará por encima del 70% en algunas regiones. Un aumento de producción que, además, debe ser sostenible, con el mismo suelo disponible utilizando menos agua y fertilizantes para preservar el medio ambiente. A estos desafíos, marcados por el pacto verde de la Unión Europea, se suman otros propios del sector como la dificultad de encontrar talento cualificado o el aumento en los costes de producción.

La situación conduce necesariamente a una reconversión, impulsada por la tecnología como palanca de cambio. Mientras que sectores como el transporte de pasajeros, el cine o el turismo han vivido tremendos procesos de cambio en los últimos años, la revolución tecnológica en la agricultura ha sido más silenciosa, pero no por ello inexistente. Basta con recordar que en apenas 200 años el campo ha pasado del arado de vertedera auto-limpiable al tractor autónomo. 

“En los próximos años, viviremos una transformación radical de la producción, incluso mayor que la que supuso el cambio de la mula al tractor. La tecnología es un salvavidas para el negocio de agricultores y ganaderos, pero también para buena parte de nuestra economía y bienestar. La agricultura de precisión brinda la posibilidad de cambiar nuestra relación con el campo, haciéndola más eficiente, más sostenible y más competitiva”, asegura Eduardo Martínez de Ubago, director de Negocio de John Deere Ibérica.

En este contexto de oportunidad, John Deere, empresa que lidera la transformación tecnológica del sector, destaca las 5 paradas imprescindibles de un agricultor en el camino hacia la digitalización:

  1. Autoguiado. Es el padre del tractor autónomo y el primer paso de la agricultura de precisión. Un sistema de guiado agrícola que permite la conducción automática del tractor. Lo que se traduce en grandes ahorros en combustible, pero también en semillas, abonos, fitos… Un buen sistema de autoguiado te permite trabajar cuando lo necesites, de noche o en condiciones de mala visibilidad y te permite hacerlo cómodamente, sin preocuparte por la conducción mientras la máquina traza líneas perfectas.
  2. Documentación. Cualquier agricultor es consciente de la importancia de tener todas sus tareas registradas. La diferencia es que el viejo cuaderno de campo ahora es digital. El proceso de documentación tiene lugar a través de máquinas conectadas que, gracias a la tecnología, están captando datos del campo y enviándolos a una plataforma de gestión que arroja información precisa para conocer el estado óptimo del cultivo y tomar decisiones inteligentes, que al final impactan en una reducción de las aplicaciones y de los costes de producción. La importancia de digitalizar el cuaderno de campo es tal que recientemente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado el real decreto que regulará el nuevo Sistema de Información de Explotaciones Agrícolas en el que se prevé que todos los datos queden unificados y el cuaderno de campo sea totalmente digital.
  3. Prescripción. Los mapas de prescripción agrícola permiten un ahorro de insumos y una optimización del rendimiento, al utilizar la información recogida en el proceso de documentación para una aplicación selectiva de semilla, fertilizantes o fitosanitarios en una misma parcela. Es la “receta” que permite que nuestra máquina realice una zonificación de la parcela según los parámetros previamente escogidos. De una mejor toma de decisiones, se pasa a una ejecución más precisa y eficiente.
  4. Planificación. Íntimamente ligada con el punto anterior, la planificación es el resultado de la documentación y la prescripción: anticipa lo que pasará después en el campo y transmite de manera automática la información a la máquina, que se configura sola para llevarla a cabo.
  5. Automatización para el corte de secciones y dosificación variable. Si en las paradas anteriores hablamos del análisis, con la recogida de datos y la toma de decisiones, ahora es cuando pasamos a la fase de ejecución. Con los mapas de dosificación variable se gestiona la dosis de siembra, controlando la cantidad de semilla aplicada por hectárea, la fertilización de la parcela o la aplicación de fitosanitarios, una de las labores agrícolas que más tiempo consumen y que mayor importancia tienen en el rendimiento final del cultivo. Por su parte, el control y corte de secciones, permite aumentar la eficiencia asegurando que no se producen solapes ni omisiones en ninguna de esas labores.

La tecnología en el campo es una realidad y ya no está reservada a unos pocos, sino que se ha convertido en un elemento al alcance de cualquier explotación, algo clave en un país como España en el que el 95% de las empresas del sector agroalimentario son pymes, de las cuales el 80% tiene menos de 10 trabajadores. Para cualquiera de ellos, ahora basta con un smartphone para para utilizar las prestaciones básicas de la agricultura de precisión y comenzar el viaje hacia la digitalización.