Un árbol para toda la vida: cómo encontrarlo y plantarlo
Cuando planta un árbol, no lo hace solo para usted mismo. A menudo, las generaciones por venir lo disfrutarán y lo conectarán con usted. Tenemos algunos consejos sobre lo que debe tener en cuenta al seleccionar y plantar su árbol.
Teniendo en cuenta la relación a largo plazo que usted y su familia pueden tener con el árbol que planten, es una buena idea pensar en el proceso. Hemos hablado con los expertos y tomado notas de lo que es importante:
1. Lo fundamental: luz, humedad, tamaño
Es posible que haya oído decir: los árboles también tienen sentimientos. Pero incluso si no los tuviesen, definitivamente tienen preferencias. A muchos les gusta mucha luz, a otros menos. Algunos pueden tolerar suelos muy húmedos, incluso anegados. Si quiere que su árbol prospere, tendrá que observar el lugar en que lo quiera plantar e investigar qué árbol iría bien allí.
También vale la pena pensar en algunos años en el futuro. ¿Qué cantidad de espacio hay disponible y qué forma y tamaño tendrá su árbol cuando alcance la madurez? Tenga en cuenta las distancias apropiadas a estructuras y otros árboles. También piense en lo que sucede en el subsuelo: las raíces de algunos árboles crecen de dos a tres veces la anchura del árbol. De ser posible, deje espacio para que puedan esparcirse donde no haya tuberías ni cimientos.
2. ¿Qué le gusta y qué desea?
Piense sobre sus preferencias: tamaño, forma, tipo de hoja, flores llamativas, color de hoja otoñal y otros rasgos. ¿Busca un árbol de crecimiento rápido? Si es así, considere las repercusiones: los perales ornamentales tienen hermosas flores blancas, gran color en otoño y crecen rápidamente. Pero tienen uniones de ramas débiles que empiezan a romperse después de unos 20 años. Realice algunas investigaciones en sitios web de extensión universitaria y en arboretos locales.
3. Comprar y plantar
Una vez que sepa lo que quiere, es el momento de realizar la compra. Aquí tiene algunas opciones, y esto es lo que le recomendamos: árboles con raíces en bola y arpillera en primer lugar, árboles en macetas en segundo lugar y árboles de raíces desnudas en tercer lugar. Con los de bola y arpillera puede considerar los árboles más grandes, de 2 a 4 metros, pero tal vez no sea lo mejor escoger el árbol más grande del vivero. Por cada pulgada de diámetro, el árbol tarda un año en restablecer las raíces que perdió al ser transplantado. Esto significa que un árbol grande puede tardar varios años en reconstruir las raíces antes de que crezca mucho, mientras que un árbol más pequeño se recuperará más rápidamente y posiblemente termine siendo más grande mucho antes.
La primavera y el otoño son los mejores momentos para plantar árboles, pero hay que esperar a que los suelos estén secos y porosos, pero no demasiado duros. No se apresure en plantar justo al inicio de la primavera, ya que lo que se desea son suelos cálidos para plantar. En los climas del hemisferio norte, lo mejor es plantar en otoño no menos de 6 a 8 semanas antes del invierno para que el árbol tenga tiempo para aclimatarse.
Cave el agujero a una profundidad en la que la parte superior de nivel de tierra de la maceta o la bola de arpillera esté al nivel del suelo. Para obtener los mejores resultados, afloje el suelo una distancia igual a 2 o 3 veces la anchura del agujero alrededor del árbol para facilitar el establecimiento de las raíces. Una vez que el árbol esté en el agujero, de ser posible, retire cualquier cesta de alambre, tela de arpillera y cuerda. Como mínimo, quite con un cuchillo la capa superior de tela de arpillera para que no absorba la humedad destinada a la bola de raíces.
Riegue a conciencia después de rellenar el agujero para que la tierra se asiente. Según la ubicación y el tamaño del árbol, los árboles recién plantados necesitan de 38 a 57 litros de agua por semana. Aplicar de 7 a 8 cm de mantillo orgánico, como astillas de madera, en un diámetro de 1 metro alrededor de un árbol recién plantado puede ayudar a conservar la humedad y a evitar las malezas. Mantenga el mantillo a varios centímetros del tronco del árbol.
Una vez que esté en el suelo, no interactúe con el árbol salvo para regarlo. La fertilización y la poda (a menos que haya ramas dañadas o enfermas) pueden esperar hasta que las raíces se hayan establecido.